Los círculos restaurativos: Cómo ayudar a resolver conflictos dentro y fuera de las aulas
Donde conviven diariamente muchas personas puedan surgir diputas o malentendidos. En nuestro colegio La Asunción, desde la búsqueda de la armonía y el aprendizaje, los círculos restaurativos son una poderosa herramienta para abordar conflictos tanto dentro como fuera del aula.
Estos círculos no solo buscan resolver la situación, sino también fortalecer vínculos y cultivar un sentido de comunidad, transformando los desafíos en oportunidades de crecimiento y conexión para alumnado y educadores por igual. Son una experiencia transformadora que nos conecta y que pone en el centro los sentimientos que vivimos cuando tenemos algún problema o rencilla con aquellos con los que compartimos vivencias y camino. Cuando ello ocurre, tenemos que sentarnos y hablar.
SENTIRNOS ESCUCHADOS SIN JUICIOS
En esta dinámica nos ayuda a que sea un espacio cuidado, donde tengamos nuestras reglas básicas para expresarnos. Un lugar donde podamos sentirnos escuchados de forma activa lejos de juicios, valoraciones o ataques. Para ello, un profesor acompaña a aquellos alumnos y alumnas que han podido vivir una dificultad relacional y cuida que ese espacio sea un lugar tranquilo, respetuoso y en el que se expresen los propios alumnos desde el corazón.
Los círculos restaurativos son una herramienta tremendamente útil para la resolución de los problemas. Un espacio en el que nos hacernos vulnerables, ya que podemos expresar sentirnos dolidos por situaciones, comentarios o hechos que van contra lo que somos o creemos. Ponerle nombre a esas emociones y explicitarlas nos ayuda a resolver nuestros los choques.
EMPATÍA Y RESTAURACIÓN
Este diálogo se produce formando un círculo entre todos los agentes implicados y con la figura de un moderador, generalmente un profesor, que conoce de la situación y actúa como facilitador de ese diálogo pero sin generar juicios ni posicionarse en la conversación. Para ello nos ayudamos de algún objeto, que centra este círculo, y que nos sirve como testigo para dar la palabra a las personas que forman que quieren expresarse.
Esta práctica de círculos restaurativos que vivimos en las etapas de primaria y secundaria nos ayuda mucho a restaurar las relaciones que por un momento se creían rotas y a reenfocar los problemas en una solución. Esto pasa por empatizar y sentir la emoción que otros, como yo, están viviendo por aquello que yo hago.
Esto nos permite seguir caminando juntos.
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